cesta punta

Otro capítulo de mi vida de plástico: La cesta de navidad, claro que es un regalo y tal pero por mí ojala que me dieran el dinero que vale y ya me compro yo lo que quiero, joder que mierda, no se salva nada, por mí que se lo meta por ahí, además a quién cojones le gusta el puto marrón glasé ese, un puto dulce que sabe fatal de castaña y no sé qué más... coño, y todo porque al bicho que elige qué cesta quiere para el resto de la oficina le mola esto y lo otro, además el vino es una puta bazofia. Así pues mi cesta de nuevo se disgregará entre unos y otros que si sepan apreciar esos manjares navideños de supermercado DIA...

Pero justo después de escribir esto he recibido un correo de mi amigo Gerard desde Australia, un tio genial este medio aborigen valenciano, por su culpa dejé de comer carne y siempre me anima con su visión transparente, comprometida y positiva. Así que he decidido dejar de quejarme tanto o al menos que no parezca tan decadente, reírme de esta mierda e intentar ser positivo para el resto.

La fotillo de hoy esta dedicada a Gerard pues.

Y lo siento hermano no me quedan palabras para hoy pero si no también iba un poema.


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