otra vez a la rueda

Agarrar al máximo los pocos minutos que cada día se pueden arañar, saltar a la ducha, dejarse abrasar por ella, enjabonarse siguiendo el mismo procedimiento, secarse de la misma manera siempre, metódico, desodorante, pasta de dientes. Correr al ver el bus de frente enfilando ciudad de Barcelona, la calle, hasta Cibeles. Entonces, colgar el abrigo, saludar sentarme y al mismo tiempo encender el PC, la pantalla, ponerme las gafas, teclear la clave, cargar los programas, el software que me acompañarán todo el día y mientras se ejecutan llenar mi botella de agua, poner a hervir agua, preparar la taza, enroscar el hilo del te en el asa, coger una cucharilla y servir el azúcar. La mano derecha con el te, la izquierda el agua, abrir la puerta de la mini cocina y otra vez a la rueda (como cantaban los suaves)

La foto de hoy es una pared de Praga


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