martes

la historia incomenzable


Hoy he soñado (y no es la primera vez…) que varios edificios en Logroño caían, se derrumbaban sobre sus cimientos, esta vez era el efecto del viento lo que hacía que se desplomaran, ha sido muy real y al final ha caído mi casa también, yo no estaba en ella, menos mal.

La foto de hoy es otro de los telefonillos de Praga, David y Goliat.

Hoy no hay poema, mas bien un micro-relato:

Mi padre me subrayó de la “Historia Interminable” varias frases que quiso enseñarme sobre la libertad, la capacidad de elegir, sobre el camino que debe tomar el hombre, o el niño. Transcurrían los años 90, en realidad 1990, julio, 12, ya había visto la película y pasé del tema, el libro tenía las letras en tinta algunas veces verde y otras roja. Al final resultó ser la historia incomenzable, mi padre quiso comunicarse a través de él, de su historia, hablar con un niño confuso y solitario, resaltar las 4 cosas básicas sobre la vida y esas cosas que se aprenden solamente a través de los golpes con las esquinas de los muebles en plena espinilla. Terminé por descubrir el libro a los 30, justo después de haber leído a Stuart Mill y su imposible “Sobre la Libertad” edición en negro ácrata y letras duras y apelotonadas. Irónico contraste de elecciones a veces es la vida.


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1 comentario:

Isabel Huete dijo...

Yo lo leí con bastantes más años que tú y también después de haber leído el de Stuart Mill en la facultad, y otros muchos coñazos que aún conservo.
No importa: más vale tarde que nunca.
Besotes.