Bueno, se juntan tantas cosas que parece que no queda sitio para nada más. Me gustaría llevar esa sana average-life que tanta gente vive sin saberlo. No puedo escribir tampoco, me gustaría dedicar unos versos a mi tía, que se marcha, pero no puedo. El viernes pasado estuvimos gritando y botando con Habeas Corpus y Kop, hardcore antifascista del bueno. Ayer me sentí como el tío del club de la lucha con respecto a su curro de perito, el avión y esas reuniones estúpidas que no llevan a ninguna parte. Dios!
La foto es del concierto, pero esta no es mía.
No puedo, no tengo letras para ti, pero puedo imaginar cómo te sientes, espero verte antes de que te marches, si no, que sepas que jamás te olvidaremos.
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La foto es del concierto, pero esta no es mía.
No puedo, no tengo letras para ti, pero puedo imaginar cómo te sientes, espero verte antes de que te marches, si no, que sepas que jamás te olvidaremos.
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2 comentarios:
¡Qué difícil es despedirse de las personas a las que queremos! Nunca se olvidan.
Un beso muy grande.
Joder, buena la foto (como la del anterior post).
Un saludo!!
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