Yo os maldigo,
os maldigo malditos
a vosotros
a vosotros
a vosotros
que os frotáis las manos
por la mañana
y disfrutáis tanto de este trabajo
porque es lo único que sabéis hacer
malditos vosotros
que hacéis mi existencia
por comparativa un drama
cada vez que tengo que desalojar
mi cama, abandonar tu cuerpo
y lanzarme de nuevo al Gólgota.
PD: Malditos hijos de mil hienas que no sabéis vivir ni lo merecéis, que no habéis nunca disfrutado de la vida teniéndola delante, que desperdiciáis tanta belleza y sometéis, inculuso en ocasiones sin ni siquiera saberlo, a las personas más sensibles de este mundo. Os odio cerdos, os odio, ojalá os enfrentéis cara a cara pronto a lo que sin duda tenéis merecido.
2 comentarios:
A quien te refieres, Koala? ¿Tu crees que alguien que renuncia a la belleza puede tener algún tipo de poder? Sinceramente, creo que no. Una persona que se regodea en la desgracia ajena, que se burla del amor y de la poesía...está multimutilada y es más digna de compasión que de desprecio...porque carece de integridad para crecer. Me gustan más tus poemas ...positivos. Un saludo.
Ay! que se me olvidaba. El dibujo es precioso. El chaval se ve un poquito desconcertado y ella tan pancha como tranquilizándolo. Que pasada!
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