kafka en la orilla del manzanares

Volví de Istambul, larga vida a esta ciudad Otomana y gloriosa. Me sorprendió gratamente ya que yo como buen ignorante iba con un chip erróneo que en seguida descarté. La gente es estupenda, trabajadora, educada y feliz. De verdad que flipé mucho, volveré, fijo. Ahora estoy con el master de estructuras, me quita todo el tiempo que no tengo y la energía, a ver qué coño hago. Querría hacer una crónica del viaje pero es que prefiero contároslo si os interesa en persona, así podemos share some beers.

La foto de hoy es de Estambul, un cementerio, bastante más bonito que el que me he encontrado a la vuelta, cementerio de mierda…

El poema pues se llama KAFKA EN LA ORILLA DEL MANZANARES y está escrito con sueño básicamente en vez de palabras.

A veces esta obra parece sacada de la cabeza de Kafka,
esa impotencia ante lo que trascurre, ante los personajes,
esos protagonistas desgastados
que componen el odio de una generación esclavizada.
Entiéndelo, somos los raros, lo que hablan diferente,
los que tienen que comerse la ignorancia del resto:

Tenemos pájaros en el corazón
y en el rostro las sombras de una jaula invisible.

Tendrás que gritarlo, porque si no
nadie va a escuchar tu mierda amiguito,
sabrás que aquellos que caminan solos
tienen el suelo como aliado y la envidia como enemigo.
A veces, la vida parece una puta obra de Kafka
con sus diálogos, su cansancio global, su imposible desenlace,
al menos página a página nos hacemos un hueco
en esta absurda estantería.

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